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¿Alguna vez has conocido a alguien con el que todo parecía ir bien, pero de repente desaparece sin dar una explicación? Incluso es posible que esa misma persona reaparezca con el tiempo, vuelva a dar comienzo esa interacción fluida, y de la nada vuelva a desaparecer. Si es así, lo más seguro es que seas o hayas sido víctima del fenómeno ghosting.
Te estarás preguntando, ¿qué es hacer ghosting? Es una conducta nacida en la era digital, donde quien lo hace deja de contestar a tus mensajes y llamadas, poniendo fin al contacto de forma abrupta y sin dar una explicación. Esto acaba generando en la víctima de ghosting una sensación de incertidumbre e inestabilidad, ya que no entiende el porqué de este comportamiento.
En ocasiones es difícil entender los motivos por los cuales una persona hace ghosting, y eso es precisamente lo que afecta a las víctimas de este. Sin embargo, si algo caracteriza a la persona que lo hace, es la falta de responsabilidad afectiva por su parte, es decir, la falta de consideración o conciencia sobre el impacto emocional de su comportamiento sobre el otro.
En muchas ocasiones, la persona que hace ghosting también lo aplica con el objetivo de manipular y controlar a otros. Esto lo consigue desapareciendo y reapareciendo cada cierto tiempo, haciendo que la víctima se “enganche” a él ya que genera la esperanza de que siempre vuelva a contestar.
El ghosting puede llegar a tener un fuerte impacto emocional en sus víctimas. Este tipo de conductas produce en el otro una sensación de angustia frente a la incertidumbre que se crea. Al inicio la persona parece dispuesta a conocerte y a hablar contigo, sin embargo, en un punto deja de mandarte mensajes y de responder a los tuyos, e incluso puede llegar a bloquearte sin darte ninguna explicación.
La forma en la que se reacciona al ghosting depende de la persona, pero muchas veces tendemos a culparnos a nosotros mismos por recibirlo, puesto que pensamos que, si esa persona ha decidido ignorarnos, es porque no somos lo suficientemente interesantes y por tanto somos propensos a que más gente vaya a hacérnoslo. Al final, este tipo de pensamientos están vinculados a nuestra autoestima y nuestro autoconcepto, y son una forma de intentar controlar y dar explicación a la conducta del que lo aplica, sin pararnos a pensar que simplemente es una falta de responsabilidad por su parte, ya que lo idóneo, si se va a cortar una relación, es que al menos se explique el motivo.
Existen diferentes formas de reaccionar ante el ghosting, las cuales vamos a desarrollar a continuación:
En ocasiones la ansiedad nos controla y buscamos calmarla intentando retomar el contacto con la otra persona, o rumiando sobre los motivos por los cuales ha cesado el contacto. Es importante que te permitas sentir ese malestar de cara a poder aceptarlo. Sentirse ansioso por el ghosting es normal, y el permitirte sentir, a la larga, hará que tu relación con tus emociones mejore y aprendas a gestionarlas más efectivamente.
Es fundamental que sepas que cualquier conclusión o culpa que saques de una conducta de ghosting no es el reflejo de la realidad. El motivo por el que la persona lo hace es desconocido, y esa persona es la única responsable de saber por qué lo hace, no tú.
Como se mencionó anteriormente, el intentar recuperar el contacto es una forma de calmar esa ansiedad que sientes por la desaparición abrupta de esa persona. Sin embargo, si quieres aprender a gestionar mejor dicha ansiedad, así como respetarte más a ti mismo, no debes luchar por recuperar el contacto, ya que eso incluso puede dar lugar a una dinámica en la que el otro tenga poder sobre ti.
Está bien preocuparte por los demás, siempre y cuando también seas capaz de dar un espacio a tu necesidad. Si una persona te hace ghosting frecuentemente, debes analizar hasta que punto te está afectando y hasta que punto te estás respetando a ti mismo no cortando el vínculo con esa persona. Antes que el bienestar de la persona que no está siendo responsable contigo, está el tuyo.